martes, 25 de octubre de 2016



ACTIVIDAD BLOQUE II: TEXTOS FOLCLÓRICOS. 

SELECCIÓN Y ADAPTACIÓN.


IMPORTANCIA DEL FOLCLORE EN EL AULA



Los cuentos folclóricos son parte de la tradición de cada cultura y cada lugar, por lo que es muy importante que perduren en el tiempo, y qué mejor manera que poder transmitirla a los niños en el aula. Debido a la aparición de otros medios alternativos, la tradición oral casi ha desaparecido en nuestros días, por ello es fundamental poder mantenerla y que los niños tengan la posibilidad de conocerla y utilizarla. 

El folclore expresa tradición y cultura mediante música, bailes, leyendas, historia oral, proverbios, chistes, supersticiones, etc. Enseñar folclore en el aula supone un aprendizaje significativo para los alumnos, ya que permite un aprendizaje activo y motivador para los niños, pues pueden vivir la palabra mediante la literatura oral (la literatura folclórica es para ser contada, no para ser leída).  

La literatura oral ejerce gran fascinación en los niños, pues la palabra está impregnada de afectividad. Gracias a la palabra, su tonalidad y su ritmo, los niños entran en la historia, que les llama la atención y les facilita la comprensión.

Hay mucha paraliteratura en nuestros días que intenta moralizar a los niños e influir en su manera de pensar. Los textos folclóricos no conllevan enseñanza moral ninguna, sino que son los niños los que deben desarrollar su pensamiento crítico para poder juzgar a los personajes, entender sus motivaciones y comprender qué relación hay entre las causas de las acciones y sus consecuencias. Es muy importante que los adultos, y especialmente los maestros, no intentemos mediatizar.

Los cuentos maravillosos, además, permiten al niño imaginar cómo aplicar lo que la historia le revela sobre la vida y la naturaleza humana. El cuento no pretende dar al niño una visión y una opinión adulta, sino que es el niño el que debe reflexionar y sacar sus propias conclusiones. Estos cuentos estimulan la fantasía y la imaginación de los alumnos, ya que adaptan el contenido de esas historias de manera inconsciente a sus fantasías conscientes.

Además de todo esto, gracias a la particularidad de que los textos folclóricos no son leídos sino contados de manera oral, se puede trabajar con los niños las habilidades lingüísticas (el niño puede desarrollar su lenguaje, su léxico y sus estructuras gramaticales a partir de la escucha de estas historias) y este tipo de literatura puede acercar al niño a la lectura a través del cuento escrito.



JUSTIFICACIÓN DE LA EDAD ELEGIDA PARA TRABAJAR EN EL AULA


He seleccionado tres cuentos maravillosos para trabajar en 6º de Educación Primaria, con niños de 11-12 años. En primer lugar, creo que cuando pensamos en cuentos maravillosos, nos centramos en niños más pequeños, y en muchas ocasiones podemos estar equivocados. Los niños de este curso es muy probable que se sorprendan al trabajar este tipo de literatura en el aula, pero es muy importante seguir fomentando su imaginación y fantasía en esta edad en que comienzan a aceptar la realidad y se acercan cada vez más a la forma de pensar de los adultos.

Durante este curso, los niños pasan de la Etapa de las Operaciones Concretas a la Etapa de las Operaciones Formales, según el desarrollo psicoevolutivo de Piaget. Es en  esta época cuando los niños se descubren a sí mismos y se afirman frente a los demás. 

En la Etapa de las Operaciones Concretas (entre los 7 y los 11 años), los niños adquieren un pensamiento más lógico. Además, desarrollan mayor capacidad para entender emociones complejas como el orgullo o la vergüenza, y también tienen más tendencia a tomar en consideración los hechos que dan lugar a alguna reacción emocional. A los 11 años, los niños ya tienen capacidad para separar sentimientos de acciones, así como para ponerse en la perspectiva del otro. Según Piaget, a esta edad los niños tienen una moralidad autónoma, lo que quiere decir que evalúan las intenciones de los individuos, consideran que las reglas pueden cambiarse y son conscientes de que el castigo no siempre es el resultado de una acción errónea. En la Etapa de las Operaciones Formales (a partir de los 11 años), los niños aumentan su pensamiento crítico, ya que su capacidad de procesar la información es más rápida y está más automatizada, y tienen más amplitud de conocimientos. A esta edad, los niños pasan de términos más lógicos a términos más abstractos y desarrollan imágenes de circunstancias ideales. Además, consideran posibilidades para el futuro y les fascina lo que puedan llegar a ser. (Psicología del desarrollo. El ciclo vital. John W. Santrock. Editorial Mc Graw Hill. Décima Edición).

Los alumnos de este curso acaban de descubrir el mundo y la realidad que hay alrededor suyo. Y también toman consciencia de que hay alternativas diferentes a la realidad que ellos conocen.

En relación con los textos elegidos y por todo lo dicho anteriormente, creo que se adecuan y se puede sacar partido de ellos en este curso de Primaria, pues los alumnos aumentan su capacidad de reflexión antes de actuar, así como la capacidad para calcular las consecuencias de sus actos. En cualquiera de los textos seleccionados, los alumnos tendrán que entender cuál es el tema del cuento, las actuaciones de los personajes y los valores y contravalores. Creo que los textos que he seleccionado se pueden contar a diferentes cursos de Primaria, pero también estoy segura de que alumnos de otros cursos no comprenderían las acciones y los valores y contravalores que de ellos se desprenden. Sin embargo, los alumnos de 6º de Primaria ya son capaces de distinguir los temas de estos cuentos, así como los valores y contravalores.

Además, a estas edades los alumnos, como he dicho anteriormente, ya son conscientes del mundo y la realidad que hay alrededor suyo, por lo que son capaces de juzgar a los personajes, incluso de entender sus motivaciones y comprender que las acciones de dichos personajes siempre tendrán unas consecuencias determinadas.

Desde los once años, los niños pueden evaluar las intenciones de un individuo (en nuestro caso, de un personaje) y consideran que las reglas se pueden cambiar. Los niños a esta edad son capaces de tomar sus propias posiciones de reflexión y comprensión.




“EL VALIENTE SOLDADITO DE PLOMO”  

(Hans Christian Andersen)



Había una vez veinticinco soldaditos de plomo, que eran hermanos porque habían nacido todos de la misma cuchara de plomo. Llevaban el fusil al hombro, miraban al frente y sus preciosos uniformes eran rojos y azules.

Lo primero que oyeron en este mundo cuando los sacaron de la caja en que estaban fueron las palabras: “¡Soldaditos de plomo!”, que gritó un niño dando palmas. Se los habían regalado porque era su cumpleaños, y los colocó encima de la mesa. Todos los soldaditos eran iguales, menos uno que tenía una sola pierna, pues lo habían fundido el último, cuando no quedaba plomo suficiente. Pero estaba tan firme sobre su única pierna como los demás sobre las dos, y era él precisamente el que más llamaba la atención.

En la mesa donde los colocaron había otros muchos juguetes; pero el que más destacaba era un precioso castillo de papel. Por las ventanitas se veía el interior de los salones. Por fuera se alzaban arbolitos en torno a un espejito que hacía las veces de lago, en el que nadaban reflejándose cisnes de cera.

Todo era precioso, pero lo más hermoso de todo era una doncellita que estaba delante de la puerta abierta del castillo. También ella estaba recortada en papel, pero tenía una falda de finísimo lino y una estrecha cintita azul en los hombros. En la cintura tenía una brillante lentejuela, tan grande como su rostro. La doncellita tenía los dos brazos extendidos hacia adelante, porque era bailarina, y tenía una de las piernas tan levantada, que el soldadito de plomo no llegaba a verla y creyó que sólo tenía una pierna.

“¡Sería muy buena esposa para mí! –pensó-. Pero es muy distinguida, vive en un palacio, y yo no tengo más que una caja, y además para veinticinco; ella no cabría. ¡Pero tengo que conocerla!”

Y se puso detrás de una caja de rapé tabaco* que había encima de la mesa, para ver a la distinguida señorita que parecía tenerse sobre una sola pierna sin perder el equilibrio.

***

Cuando llegó la noche, los otros soldaditos de plomo se fueron a su caja, y las personas de la casa se fueron a la cama. Los juguetes empezaron entonces sus diversiones, dieron la bienvenida a los nuevos, hicieron la guerra y bailaron. Los soldaditos de plomo se agitaban dentro de la caja porque querían participar, pero no podían quitar la tapa. El cascanueces daba volteretas y la tiza hacía cuentas en la pizarra. Era todo un espectáculo, y el canario se despertó y empezó a parlotear también, y además en verso. Los dos únicos que no se movían de su sitio eran el soldadito de plomo y la pequeña bailarina que se tenía sobre las puntas de los pies con los brazos extendidos. El soldadito estaba también firme sobre su única pierna, y sus ojos no se apartaban un solo instante de la bailarina.

El reloj dio las doce y, ¡zas!, la tapa de rapé del tabaco* se abrió, pero dentro no tenía tabaco, no; había un pequeño troll negro que pasaba por figurita artística. 

- ¡Soldado de plomo! – dijo el troll -. Mira a otro lado.

Pero el soldadito de plomo se rio como si no lo hubiera oído.

- ¡Pues ya verás mañana! – dijo el troll.

Cuando llegó la mañana y los niños se levantaron, colocaron al soldadito de plomo en la ventana, ya fuera por culpa del troll o debido a una corriente de aire, el caso es que de pronto la ventana se abrió y el soldadito cayó de cabeza desde el tercer piso. Fue un viaje horrible; al fin se quedó cabeza abajo, con la pierna en el aire y la bayoneta clavada entre los adoquines.

La criada y el niño bajaron enseguida a buscarlo, pero aunque estuvieron a punto de pisarlo no lo vieron. Si el soldadito hubiera gritado “¡Estoy aquí!”, habrían podido encontrarlo, pero no le pareció conveniente gritar, pues iba de uniforme.

Empezó a llover, las gotas caían cada vez más apretadas, cayó un auténtico aguacero. Cuando acabó, llegaron dos mozalbetes.

- ¡Anda! – dijo uno de ellos -. Aquí hay un soldado de plomo. ¡Pongámoslo a navegar!

Así que hicieron un barco con una hoja de periódico, metieron al soldadito de plomo y allá se fue el barco navegando junto al bordillo. Los mozalbetes corrían a su lado dando palmas. ¡Cuidado! ¡Qué olas tan grandes se formaban en el arroyo, qué corriente había! Y es que había llovido a cántaros. El barco de papel se balanceaba arriba y abajo, y cuando daba vuelta a una esquina el soldadito se estremecía. Pero era valiente y no cambió el semblante; seguía mirando al frente con el fusil al hombro.

De pronto el barco cayó por un largo desagüe. Todo estaba tan oscuro como dentro de su caja.

“Me pregunto si podré regresar a casa – pensó -. ¡Sí, es culpa del troll! ¡Ay, si la doncellita estuviera conmigo en el barco, me daría igual que todo fuera aún más oscuro!”

En esto llegó una gran rata de agua que vivía en la alcantarilla.

- ¿Tienes pasaporte? – preguntó la rata -. ¡A ver el pasaporte!

Pero el soldadito de plomo no dijo nada y sujetó aún más fuertemente su fusil.

El barco siguió su marcha y la rata quedó atrás. ¡Uf! ¡Cómo rechinaban los dientes y gritaba echando sapos y culebras!

- ¡Detenedle, detenedle! ¡No ha pagado el peaje! ¡Seguramente no tiene pasaporte!

Pero la corriente era cada vez más fuerte, el soldadito de plomo veía la luz del día al final de la alcantarilla, pero también oía un fragor que asustaría a un valiente.

Imaginaos, la alcantarilla se precipitaba como un gran canal, y aquello podía ser tan peligroso para nuestro soldadito como lo sería para nosotros caer por una enorme catarata.

Estaba ya tan cerca que no había forma de detenerse. El barco cayó, el soldadito se mantuvo todo lo tieso que pudo, nadie hubiera podido decir que había parpadeado.

El barco dio dos o tres vueltas y se llenó de agua hasta el borde; empezó a hundirse.

El soldadito de plomo estaba con el agua hasta el cuello, y el barco seguía hundiéndose. El papel se deshacía más y más.

El agua ya cubría la cabeza del soldadito… Entonces pensó en la preciosa bailarina a la que no volvería a ver más, y en los oídos del soldadito sonó una canción:

¡A marchar, soldado, a marchar, ante la muerte no debes temblar!

El papel se rompió y el soldadito de plomo se hundió rápidamente…, pero en ese mismo momento se lo tragó un gran pez.

¡Caramba, qué oscuridad había allí dentro! Era aún peor que en la alcantarilla, y además había muy poco espacio. Pero el soldadito de plomo era valiente y seguía allí tumbado muy firme con su fusil al hombro. 

El pez hizo unos movimientos de lo más terribles. Por fin se quedó completamente quieto, y apareció algo así como un rayo de luz. La luz brilló con más claridad y alguien gritó:

- ¡Un soldadito de plomo!

***

Sucedió que habían pescado el pez, lo habían llevado al mercado, lo habían vendido y había acabado en la cocina, donde la muchacha lo abrió con un gran cuchillo.

Cogió con dos dedos al soldadito por la cintura y lo llevó al salón, donde todos querían ver a aquel hombre tan curioso que había viajado en el estómago de un pez. Pero el soldadito de plomo no estaba nada orgulloso. Lo colocaron encima de la mesa y allí… ¡anda, las cosas tan extrañas que pueden suceder en esta vida!

El soldadito de plomo estaba en la misma habitación donde había estado antes. Vio los mismos niños y los juguetes sobre la mesa. El precioso castillo con la bellísima bailarina, que seguía erguida sobre una sola pierna, con la otra levantada. También ella era valiente, y el soldadito de plomo se conmovió tanto al verla, que estuvo a punto de llorar lágrimas de plomo, pero no era propio de un soldado. La miró, y ella lo miró a él, pero no dijeron nada.

En esto, uno de los niños tiró al soldadito a la chimenea, sin dar ninguna razón para ello. Seguramente sería culpa del troll.

El soldadito de plomo quedó deslumbrado y sintió un calor horroroso, pero no sabía bien si era por el fuego o por el amor. Los colores se le habían ido, nadie sabía si por el viaje o por la pena. Miró a la muchachita, ella lo miró a él. Y el soldadito notó cómo se derretía, pero siguió valiente con el fusil al hombro.

Entonces se abrió una puerta, el viento arrastró a la bailarina, que voló como una sílfide hasta la chimenea y cayó al lado del soldadito de plomo, soltó una llamarada y desapareció.

Y el soldadito de plomo se derritió y quedó convertido en una bolita y, cuando al día siguiente la muchacha del servicio limpió las cenizas, encontró algo que parecía un corazón de plomo. De la bailarina no quedaba más que la lentejuela, ennegrecida por el fuego.



“EL LIBRO DE LOS 101 CUENTOS. CHRISTIAN STRICH.”


ADAPTACIÓN DEL TEXTO A LA EDAD ELEGIDA


* En este caso la única adaptación que haría sería cambiar la palabra “rapé” por un sinónimo (“tabaco”) para que los niños conozcan su significado y no haya que interrumpir la narración del cuento para aclararlo.

Por lo demás, tanto el tema del cuento como los valores y contravalores pueden ser fácilmente comprendidos por los alumnos de 6º de Primaria.


CÓMO SE TRABAJARÍA EL CUENTO EN EL AULA


. CONTEXTO PARA LA NARRACIÓN: la narración se realizaría en la propia aula. En este caso, la narración la haría solamente la maestra o el maestro, quien se podría apoyar en una presentación Power Point con imágenes para atraer lo máximo posible la atención de los alumnos. Es un cuento relativamente largo, pero considero que aproximadamente 15-20 minutos serían suficientes para poder realizar la narración, por lo tanto se realizará haciendo uso de una sola sesión. Una manera de crear un ambiente adecuado para la lectura es colocarse en círculo, incluso sentados en el suelo, de manera cómoda y relajada. 


. DIÁLOGO CON LOS ALUMNOS: después de la narración, es muy importante trabajar en diálogo con los alumnos. Para ello será necesario usar más de una sesión.


1ª SESIÓN. NARRACIÓN DEL CUENTO POR PARTE DEL MAESTRO Y PLANTEAMIENTO DE CUESTIONES PARA TRABAJAR EN LA SIGUIENTE SESIÓN:

- ¿Qué personaje de este cuento te gustaría ser? ¿Por qué? Reflexiona sobre sus valores positivos y negativos.
- ¿Qué personaje de este cuento no te gustaría ser? ¿Por qué? Reflexiona también sobre sus valores positivos y negativos.
Se sugiere a los alumnos que reflexionen también en casa sobre ello para trabajar en la siguiente sesión.

2ª SESIÓN. FORUM-DIÁLOGO: 

PRIMERA DINÁMICA: el maestro tendrá preparados carteles de color verde con los distintos personajes del cuento, y también carteles de color rojo con los mismos personajes. Al comienzo de la sesión pedirá a los alumnos que, según la reflexión que hayan realizado individualmente, cojan un cartel verde para el personaje que les gustaría ser, y un cartel rojo, para el personaje que no les gustaría ser.

Los alumnos se reunirán por grupos, primero con los compañeros que tengan el cartel verde de su mismo personaje. Pondrán en común los valores positivos y negativos que les han llevado a decantarse por ese personaje, y a continuación se comentará con todo el grupo-clase. Esta misma acción se realizará, pero uniéndose en grupos que coincidan con el cartel rojo del personaje que no les gustaría ser.

SEGUNDA DINÁMICA: esta dinámica también se hará primero por grupos de cuatro alumnos, unidos al azar por el profesor. Luego se pondrá en común con el resto de grupo-clase. Los alumnos tendrán que reflexionar sobre las cuestiones que les planteará el maestro:

- ¿Cuál crees que es el valor principal que aparece en el cuento?
- ¿Y cuál crees que es el contravalor?
- En los cuentos maravillosos suele haber un héroe y un enemigo, ¿crees que en este cuento también? ¿Quiénes serían para ti? ¿Por qué?
- El soldadito de plomo carece de una pierna, ¿crees que las discapacidades o defectos influyen en la personalidad de las personas?
- ¿Qué es lo que mueve al soldadito a intentar resistir todas las calamidades que le suceden?
- Casi al final del cuento aparece una frase: ¡anda, las cosas tan extrañas que pueden suceder en esta vida! ¿Crees que todo lo que le ocurre al soldadito es por casualidad o es culpa del destino?

Si en esta sesión no diera tiempo a debatir lo suficiente sobre las cuestiones planteadas, se hará uso de una tercera sesión para concluir el debate. Es importante que el maestro haga de mediador y que sean los propios alumnos los que dialoguen, pues de esta manera se evitará al máximo la mediación de un adulto.



“EL AHIJADO DE LA MUERTE”  

(Hermanos Grimm)



Un pobre hombre tenía doce hijos y necesitaba trabajar día y noche para poder darles pan. Cuando el decimotercero vino al mundo, no supo encontrar solución a su necesidad, corrió a la carretera y quiso pedirle al primero que encontrase que fuera su compadre. El primero al que encontró fue a Dios. Él sabía lo que le angustiaba al hombre y dijo:

- Pobre hombre, me das pena. Yo seré el padrino, cuidaré de él y lo haré feliz en la tierra.

- ¿Quién eres tú? – preguntó el hombre.

- Yo soy Dios.

- Pues no te quiero por compadre – dijo el hombre -. Tú das a los ricos y dejas que los pobres pasen hambre.

Esto lo dijo el hombre porque no sabía lo sabiamente que Dios reparte la pobreza y la riqueza. Por tanto, se alejó del Señor y prosiguió su camino. *

Se alejó del Señor y prosiguió su camino.

Entonces se le acercó el diablo y dijo:

- ¿Qué buscas? Si me quieres de padrino de tu hijo, le daré oro en abundancia y todos los placeres del mundo.

- ¿Quién eres tú? – preguntó el hombre.

- Yo soy el demonio.

- Entonces no te quiero por compadre – dijo el hombre -. Tú engañas y corrompes a los hombres.

Siguió andando, y en esto llegó la enjuta muerte que avanzó hasta él y le dijo:

- ¿Me quieres de compadre?

- ¿Quién eres tú? – preguntó el hombre.

- Yo soy la muerte, que hace a todos igual.

- Tú eres la persona indicada: te llevas tanto a los ricos como a los pobres sin hacer diferencias; tú serás mi compadre.

- Yo haré a tu hijo rico y famoso – respondió la muerte -, pues a aquel que me toma como amigo no le falta nada.

El hombre dijo:

- El próximo domingo es el bautizo, así que procura llegar a tiempo.

La muerte apareció como había prometido, y fue un buen padrino. Cuando el muchacho creció, apareció una vez el padrino, y le hizo ir con él. Le llevó al bosque, le enseñó una hierba que allí crecía y dijo:

- Ahora recibirás tu regalo de ahijado. Yo te haré un médico famoso. Cuanto te llamen a ver a un enfermo, yo estaré allí cada vez; si estoy a la cabeza del enfermo, puedes hablar con audacia y decir que quieres curarlo, le das esta hierba y él sanará. Pero si estoy a los pies del enfermo, entonces me pertenece y tienes que decir que toda ayuda es inútil y que no lo puede salvar ningún médico en el mundo.

No transcurrió demasiado tiempo para que el joven se convirtiera en el médico más famoso del mundo. “No le hace falta más que ver al enfermo y ya sabe cómo está la cosa, si sanará o morirá”, se decía de él. Y de todos los lugares llegaba gente, le llevaban enfermos y le daban tanto oro, que pronto fue un hombre rico. Entonces sucedió que el rey enfermó. El médico fue avisado para decir si era posible la curación. Cuando llegó junto a la cama, la muerte estaba a los pies, y para el enfermo no había ya hierba alguna que sirviera para sanarle.

“Si pudiera engañar por una vez a la muerte – pensó el médico -, estoy seguro de que no lo tomará a mal, ya que soy su ahijado, y hará la vista gorda; lo intentaré.”

Cogió al enfermo y lo colocó al revés, de tal manera que la muerte pasó a estar a la cabeza del mismo. Luego le dio la hierba y el rey se recuperó y sanó. La muerte, sin embrago, fue a ver al médico, llevaba cara larga y de pocos amigos y, amenazándole con el dedo, dijo:

- Te has burlado de mí; por ahora te lo pasaré, porque eres mi ahijado, pero, si te atreves otra vez, te agarraré por el cuello y te llevaré a ti conmigo.

Poco después cayó gravemente enferma la hija del rey. Era su única hija, él lloraba día y noche, tanto, que se le cegaron los ojos e hizo saber públicamente que quien la salvara de la muerte se convertiría en su marido y heredaría la corana. El médico, cuando llegó a la cama de la enferma, vio a la muerte a sus pies. Hubiera debido acordarse de la advertencia de su padrino, pero la gran belleza de la hija del rey y la felicidad de ser su marido le trastornó tanto que hizo caso omiso de sus pensamientos. No vio que la muerte le lanzaba miradas furibundas, levantando la mano hacia arriba y amenazándole con el puño flaco; levantó a la enferma y le colocó la cabeza donde había tenido los pies. Le dio la hierba y pronto se colorearon sus mejillas y la vida volvió de nuevo.

La muerte, cuando se vio engañada por segunda vez en lo que era su propiedad, se dirigió con grandes pasos hacia el médico y dijo:

- Estás perdido, ¡ahora te toca a ti!

Lo cogió con su mano helada de forma tan fuerte, que no pudo oponer resistencia y le llevó a una cueva subterránea. Allí vio cómo ardían miles y miles de luces en hileras interminables a la vista, unas grandes, otras medianas, otras pequeñas. Cada minuto se apagaban algunas y otras volvían a arder, de tal manera que las llamitas constantemente cambiantes parecían saltar de un lado a otro.

- ¿Ves? – dijo la muerte -: Estas son las luces de la vida de los hombres. Las grandes son de los niños, las medianas pertenecen a matrimonios en sus mejores años, las pequeñas pertenecen a los ancianos. Pero también, a menudo, niños y jóvenes tienen una pequeña luz. 

- Muéstrame la luz de mi vida – dijo el médico, pensando que todavía era muy grande.

Pero la  muerte señaló un pequeño cabito una pequeña luz** que amenazaba con apagarse y dijo:

- ¿Ves? Esa es.

- ¡Ay, querido padrino! – dijo el médico asustado -. Enciéndeme una nueva, hazlo por mí, para que pueda gozar de mi vida, ser rey y marido de la hermosa hija del rey.

- Yo no puedo – contestó la muerte -. Antes tiene que apagarse una para que prenda una nueva.

- Coloca la antigua sobre una nueva, para que arda rápidamente cuando aquélla se acabe – dijo el médico.

La muerte hizo como si quisiera cumplir su deseo; acercó una gran luz, pero como quería vengarse, intencionadamente se equivocó al colocarla y el trocito se cayó y se apagó. Rápidamente el médico cayó al suelo y fue a parar él mismo a los brazos de la muerte.


“EL LIBRO DE LOS 101 CUENTOS. CHRISTIAN STRICH.”


ADAPTACIÓN DEL TEXTO A LA EDAD ELEGIDA


* Como se puede observar en el cuento, yo eliminaría este párrafo, pues es una enseñanza moral clara de que Dios es sabio al repartir la riqueza y la pobreza. Considero que ésta es una manera de mediatizar a los oyentes del cuento.

** El segundo cambio que he realizado es simplemente sustituir la palabra “cabito” por otra que los alumnos puedan entender más fácilmente.

Al igual que en el cuento anterior, creo que tanto el tema como los valores y contravalores se entienden perfectamente en niños de 11-12 años. En esta época, los niños toman consciencia de su propia mortalidad y pueden evaluar las intenciones de un individuo. Como también saben que las acciones tienen sus consecuencias, entenderán que el engañar dos veces a la muerte, sea bueno o malo, tiene sus consecuencias.


CÓMO SE TRABAJARÍA EL CUENTO EN EL AULA


. PRIMERA SESIÓN. CONTEXTO PARA LA NARRACIÓN: en este caso la narración también la haría el maestro en una primera sesión de trabajo. Considero que 10-15 minutos serán necesarios para esta narración (al igual que con el cuento anterior, sería interesante crear un ambiente relajado para la narración del cuento). Una vez realizada la narración, el maestro planteará varias cuestiones a los alumnos, para que reflexionen durante 5 minutos de manera individual sobre ellas:

- ¿A quién habrías elegido tú como padrino? ¿Por qué?
- ¿Qué valores positivos y negativos crees que tiene el médico? ¿Y la muerte?
- ¿Qué habrías hecho si hubieras estado en el caso del médico? ¿Por qué?
- ¿Crees que es justo el castigo que le aplica la muerte al médico? ¿Por qué?

Una vez pasado ese tiempo, los alumnos se dividirán en grupos de cuatro para poner en común sus respuestas, dedicando para ello el resto de sesión.

. SEGUNDA SESIÓN. FORUM-DIÁLOGO DEL GRUPO-CLASE: En esta segunda sesión, los alumnos debatirán sobre las cuestiones realizadas en la sesión anterior. El maestro realizará la función de mediador, para poner orden en el debate, sin dar su opinión personal ni mediatizar a los alumnos.




“TRES DESEOS”  

(JOHANN PETER HEBEL)




Había una vez un joven matrimonio que vivía contento y feliz y no tenía más falta que la que se esconde en el pecho de todos los humanos: cuando a uno le va bien, desea que le vaya aún mejor.

De ese defecto nacen muchos deseos estúpidos, de los que tampoco carecían nuestro Hans y su Lise. Tan pronto deseaban el campo de Schultz, como el dinero del tabernero del Liwen o el caserío y el ganado de Mayer, o cien mil millones de táleros bávaros lo antes posible. *

Nuestro matrimonio, Hans y Lise, tan pronto deseaba el campo de Schultz, como el dinero del tabernero del Liwen o el caserío y el ganado de Mayer, o cien mil millones de táleros bávaros lo antes posible.

Una tarde estaban los dos sentados junto a la estufa, partiendo nueces, y ya habían hecho un buen montón de cáscaras, cuando entró por la puerta de su habitación una muchachita blanca que no medía más de una vara, pero que tenía una figura y una cara maravillosas, y toda la habitación se llenó de perfume de rosas.

La luz se apagó, pero la muchachita despedía un resplandor que se propagó por las paredes, como el del amanecer cuando el sol está a punto de salir. Una cosa así le da a uno siempre un poco de miedo por bonita que sea; pero nuestra pareja se recuperó en cuanto la muchachita empezó a hablar, con su voz dulce de plata:

- Soy vuestra amiga, el hada de la montaña, Anna Fritze, la que vive en el palacio de cristal en las montañas y con mano invisible siembra de oro la arena del Rin y es servida por setecientos espíritus. Podéis pedirme tres deseos y se os concederán.

Hans apretó el codo de su mujer, como si quisiera decir:

- Esto no está nada mal.

La mujer estaba a punto de abrir la boca para pedir un par de docenas de cofias con adornos de oro, pañuelos de seda y cosas así, cuando el hada de la montaña les advirtió alzando el dedo:

- Tenéis ocho días de plazo. Pensáoslo bien y tomaos el tiempo necesario.

- No está mal – pensó el hombre, poniéndole a su mujer la mano en la boca.

El hada de la montaña desapareció. La lámpara volvió a brillar como antes y, en lugar del olor a rosas, el vapor del petróleo, como una nube, volvió a llenar la habitación.

Nuestra buena gente se sentía feliz pensando en lo que se les iba a conceder, y ya no veían estrellas en el cielo, sino muchos violines; pero también se sentían muy intranquilos porque de tanto desear no sabían lo que querían pedir y ni siquiera se atrevían a pensar en ello o decirlo en voz alta por miedo a que se considerase un deseo antes de que hubieran reflexionado lo suficiente. Entonces dijo la mujer:

- Todavía tenemos tiempo hasta el viernes.

Al día siguiente por la tarde, mientras las patatas chisporroteaban, estaban los dos contentos junto al fuego, contemplando cómo salían pequeñas chispas de la ennegrecida sartén; cómo se encendían y apagaban, y no decían una sola palabra, absortos como estaban en su futura felicidad.

Pero cuando ella sacó las patatas de la sartén y las puso en los platos, le subió el olor a la nariz, y dijo con toda inocencia y sin pensar en nada especial:

- Si ahora tuviéramos una salchicha asada que comer con esto…

Y el primer deseo se convirtió en realidad. Rápida como el rayo que viene y se va, vino como el amanecer y el olor a rosas por la chimenea y sobre las patatas apareció una espléndida salchicha asada, tal y como se había deseado. ¿Cómo no enfadarse por un deseo así, cumplido de esa forma? ¿Qué hombre no se enfada con su mujer por tamaña imprudencia?

- ¡Ojalá te creciera la salchicha en la nariz! – dijo él aún bajo la primera impresión, sin pensar tampoco en nada.

Y tal como se había deseado, sucedió. Apenas hubo dicho la última palabra, apareció la salchicha pegada a la nariz de la pobre mujer, como si le hubiera crecido en el seno materno, colgando a ambos lados como si fuera el bigote de un húsar típico soldado ruso**.

La desgracia de la pobre pareja era realmente grande. Ya habían pedido dos deseos y no tenían ni un céntimo ni un grano de trigo más que antes, sino una salchicha asada. Todavía les quedaba un deseo, ¿pero para qué vale toda la riqueza y toda la suerte del mundo, cuando se tiene un adorno en la nariz como el que tenía la mujer? ***

Quisieran o no, tenían que pedir al hada de la montaña que con su mano invisible hiciera los servicios del peluquero y librase a Lise de la maldita salchicha. Tal y como lo desearon, sucedió, y de esta forma se cumplió también su tercer deseo. Los dos se miraron y vieron que seguían siendo el mismo Hans y la misma Lise que antes, y la bella hada de la montaña no volvió a aparecer.

Recuerda: Si el hada de la montaña se te aparece alguna vez, no seas ambicioso y desea, en primer lugar, entendimiento, de ese modo sabrás, en segundo lugar, lo que debes desear para ser feliz. Y, como podría suceder que eligieses algo parecido a lo que pediría una persona insensata, pide, en tercer lugar, satisfacción duradera y que no te arrepientas.

O, lo que es lo mismo:

Todas las oportunidades para alcanzar la felicidad no sirven de nada, si no se tiene entendimiento para aprovecharlas. ****

“EL LIBRO DE LOS 101 CUENTOS. CHRISTIAN STRICH.”



ADAPTACIÓN DEL TEXTO A LA EDAD ELEGIDA



En este cuento he hecho varias “adaptaciones”:

* He decidido suprimir este párrafo, ya que puede condicionar a los niños a la hora de juzgar a los personajes y de valorar el cuento.

** En este caso sólo he realizado un cambio de la palabra “húsar”, que probablemente los alumnos no conocerán y la explicación de su significado podría romper el ritmo del texto, por un sinónimo.

*** He suprimido también esta frase, ya que considero que también puede mediatizar a los alumnos.

**** Por último, también he omitido la moraleja, ya que este tipo de cuentos no debe conllevar enseñanza moral. Como se verá en la manera de trabajar el texto en el aula, se realizará una dinámica haciendo uso de esta moraleja al final de todo el diálogo con los alumnos.

En cuanto a la adecuación del cuento a los alumnos de 6º de Primaria, creo que es un texto del que los alumnos de este curso pueden sacar enseñanzas y valores, reflexionando sobre los valores y contravalores de los personajes, que ellos pueden entender con facilidad.


CÓMO SE TRABAJARÍA EL CUENTO EN EL AULA


. PRIMERA SESIÓN. CONTEXTO PARA LA NARRACIÓN: como en los cuentos anteriores, la narración la realizará el maestro, para lo que hará uso de los 10 primeros minutos de la sesión (igual que en las narraciones anteriores, habría que conseguir un ambiente relajado, con todos los alumnos en círculo e inlcuso sentados en el suelo para la narración del maestro). Una vez terminada la narración, se pedirá a los alumnos que reflexionen de manera individual sobre las siguientes cuestiones (durante 5 minutos aproximadamente):

- ¿Qué valores positivos y/o negativos encuentras en el matrimonio protagonista de la historia?
- ¿Qué tres deseos habrías pedido tú si hubieras estado en su situación? Por favor, sé totalmente sincero, no hay deseos mejores ni peores.
- ¿Es justo lo que le ocurre al matrimonio? ¿Por qué?

Al igual que en los otros cuentos, los alumnos se unirán formando grupos de cuatro para poner en común sus respuestas. A los 10-15 minutos comenzará el diálogo entre todo el grupo-clase.

Cuando queden 5 minutos aproximadamente, el maestro dará a cada alumno la moraleja por escrito, para que estos puedan reflexionar en casa, de manera individual o en grupo, como ellos decidan, si esa moraleja es adecuada o si ellos, según las respuestas a las cuestiones planteadas, sugerirían otra diferente. En este caso, se pediría que los alumnos la trajeran por escrito a la siguiente sesión.

. SEGUNDA SESIÓN. LA MORALEJA: se abrirá un nuevo diálogo entre todo el grupo clase para valorar si su moraleja coincide con la moraleja que propone el autor o no. Entre toda la clase se intentará redactar una moraleja que englobe las diferentes opiniones. Para ello se dispondrá de aproximadamente la mitad de la sesión.

Durante el resto de la sesión, el maestro hablará a los alumnos de otra parte muy importante de la literatura folclórica: LOS TEATROS DE TÍTERES O MARIONETAS. Con el fin de que los alumnos conozcan conceptos relacionados con este tipo de literatura, se les pedirá que investiguen cómo se realizan este tipo de teatros. 

Los alumnos dispondrán de una semana para, agrupados de seis en seis, realizar un teatro de títeres o marionetas adecuado para niños de 3º de Primaria. Durante este tiempo, el maestro estará disponible para cualquier duda, consulta o ayuda que los alumnos necesiten, pero la idea es que ellos mismos construyan su propio conocimiento. Cuando los teatros estén preparados, los alumnos tendrán que acudir a las aulas de sus compañeros de 3º de Primaria para mostrarlos, con su narrador y los diferentes personajes, según el cuento trabajado. 

Será importante incidir en la música y en los muñecos, así como en los decorados de los teatros.

Una vez los alumnos hayan realizado sus "actuaciones" a sus compañeros de 3º de Primaria, se les pedirá que hagan una reflexión sobre la importancia de la literatura oral y del folclore en el aula. Para ello, tendrán que hablar de las reacciones de los niños cuando estaban teniendo lugar los teatros, su percepción sobre la motivación que ha causado en esos niños y si los niños han entendido o no su actuación y el significado. Para esta última tarea sería interesante que una persona grabara el teatro e hiciera fotos de las reacciones de los niños de 3º de Primaria para luego hacer un montaje con dichas imágenes y presentarlo al resto de la clase.




BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA


https://sites.google.com/a/lamerceonline.com/parapa/canciones-de-corro
https://www.titerenet.com/2012/11/26/guiones-para-titeres-el-carbon-de-los-reyes-magos/
https://www.titerenet.com/2012/02/03/guiones-para-titeres-el-zapatero-y-las-brujas/
http://burbujitaas.blogspot.com.es/2011/05/titeres-y-obras-de-teatros-para-ninos.html
http://www.mundoprimaria.com/cuentos-fantasticos/
http://www.auladelpedagogo.com/2011/01/el-folklore-popular-en-educacion-infantil-un-proyecto-de-trabajo-e-investigacion-en-el-aula/
http://www.plantiointernational.com/Archivos/Caracter%C3%ADsticas%20evolutivas%20de%20los%20ni%C3%B1os%20a%20los%2011%20a%C3%B1os.pdf
Teoría y documentación de la asignatura
El libro de los 101 cuentos. Christian Strich. Cuarta edición, octubre 2015.
Psicología del desarrollo. El ciclo vital. John W. Santrock. Décima edición.

8 comentarios:

  1. Hola María!

    Enhorabuena por tu trabajo. Me ha encantado leerlo.
    Creo que la forma en que lo has planteado es muy clara y muy detallada.
    También me ha parecido muy curioso tus decisiones a la hora de adaptar los textos.

    Un saludo.
    Almudena

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  2. ¡Hola Almudena!

    Muchas gracias por tu comentario, seguro que hay cosas a mejorar, pero bueno, a ver qué dice Irune.

    Un abrazo.

    María Pérez.

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  3. Hola María,
    me ha gustado realmente el planteamiento que has realizado del trabajo, así como el enfoque, hacia niños más mayores, y todas y cada una de actividades planteadas.
    Sin embargo, no fundamentas ninguno de los datos que propones, sino que tan solo expones. No consigo encontrar ninguna referencia a ninguno de los conceptos que trabajas.
    Creo que si pudieras incluir las referencias en el texto, este ganaría muchísimo.
    La parte de la introducción quizá quedaría mejor con un sumario en el que destaques, de manera muy visual, los elementos más importantes. O bien podrías hacer un listado.
    Por otra parte, las actividades que propones son actividades que no suponen ninguna novedad al proceso educativo del aula, sino que son actividades muy estándar. Te animo a innovar, que es una de mis prioridades, así como me lo han propuesto a mi.
    Por último, no interconectas los cuentos con otras asignaturas.
    Si bien ese no es un punto de partida, ni de desarrollo, que se exija, si estamos trabajando y evaluando por competencias, y desarrollando habilidades, debemos de tratar de acercarnos a lo real, e intentar que los alumnos interrelaciones conceptos, actitudes y habilidades.
    Me encanta tu manera de abordar el tema, muy directo y sencillo.
    Enhorabuena por el trabajo, y por la manera de resolverlo.

    Jesús

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    1. Hola Jesús,

      Ante todo, muchas gracias por emplear un rato de tu tiempo a leer mi entrada y por las sugerencias que me das para mejorar la actividad.

      Como verás, he incluido un párrafo en el que intento justificar mejor la edad elegida para los textos seleccionados. En relación al resto de justificaciones que intento dar, como verás las he tomado o bien de internet o bien de los documentos de la propia asignatura (incluidos en el apartado de Bibliografía).

      He querido "innovar" con las actividades haciendo mucho trabajo cooperativo y haciendo un teatro para alumnos de un curso más bajo. Seguro que puedo innovar más, espero que con el tiempo se me vayan ocurriendo otras acciones más innovadoras. De todas formas, he modificado alguna actividad para hacerla más interesante.

      En relación a lo de interconectar los cuentos con otras asignaturas, como creo que te comenté en tu entrada, lo que yo entiendo según la Guía de Trabajo que nos proporciona Irune, es que hay que plantear cuestiones durante o al final de la narración para generar un diálogo que permita poner en común lo que los niños han entendido, cómo juzgan la forma de actuar de los personajes y qué enseñanzas extraen de la historia. Tengo una anotación de la última sesión presencial en la que Irune comentó que debíamos usar los cuentos para dialogar (pensar preguntas chulas para hacer a los niños) pero SIN APLICACIÓN DIDÁCTICA. De todos modos, pensaré sobre ello por si Irune me sugiere que complete ese aspecto.

      Estoy de acuerdo contigo en la importancia de una educación interdisciplinar, pues en el mundo real es cierto que no se pueden aislar unas áreas de otras. Pero creo que en esta actividad lo que se pretende es ahondar en lo que sienten los niños al escuchar estos cuentos, lo que les hace reflexionar sobre las acciones y consecuencias de los actos de los personajes, sus valores y contravalores, etc.

      De nuevo, muchas gracias, seguiré dando vueltas a tus ideas para ver si así puedo mejorar mi actividad.

      Un saludo,

      María Pérez.

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    2. Jesús, no caigas en unas el cuento como un medio para enseñar contenidos de diferentes áreas. María te contesta perfectamente y en el bloque 1, en los puntos introductorios (que son válidos para todo el trabajo literario independientemente del tipo de texto), se incide precisamente en que los textos literarios tienen un único fin en el aula de EP: poner al niño en contacto con la literatura y enseñarle cómo ha de leerla (desde el punto denotativo pero, sobre todo connotativo). Todo uso que convierta a la literatura en un medio y no en un fin, hará que estés trabajando el texto desde la paraliteratura y no desde la literatura.

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  4. Un trabajo excelente, María. Muy bien desarrollado, muy bien argumentado y fiel a lo que has leído en el tema y en la guía. Enhorabuena.

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    1. Muchas gracias, Irune. Esta vez he intentado seguir los pasos de la guía y me alegra ver que el resultado ha sido satisfactorio. Entiendo entonces que no tengo que hacer una nueva entrada, ¿verdad?

      Un saludo.

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